Carta a las Mamás Primerizas, de una mamá de dos

Cuando sos mamá primeriza muchas veces crees que la dinámica del día a día va a ser siempre igual, simplemente porque al ser tu primera experiencia con la maternidad no sabes si las cosas van a cambiar o en qué momento y esto puede ser desconcertante y hasta agobiante.

En medio del agotamiento cotidiano todas más de una vez nos hemos preguntado: ¿Hasta cuando voy a dormir tan poco?, ¿Hasta cuando voy a tener que cargarlo todo el día?, ¿Cuándo voy a recuperar mi brazo derecho?, ¿Cuándo se acabarán los berrinches?, ¿Hasta cuándo cambiaré pañales?, ¿Cuándo dejará de ser tan complicado que coma?, ¿En qué momento dejará de querer teta todo el tiempo?

Cuando tenés más de un hijo estas preguntas ya no regresan, porque una de las lecciones más importantes que nos regala la maternidad es la de concientizarnos que TODO PASA, y pasa mucho más rápido de lo que pensamos…

De golpe y porrazo tu hijo no querrá que lo cargues todo el tiempo porque preferirá investigar mientras camina, dormirá de corrido, armará frases complejas, dejará los berrinches, irá al baño solo, le correrá la cara a la teta, se irá a la cama solito, preferirá los brazos de papá, dejara de decir palabras en su propio idioma,  jugará un rato largo mientras vos haces tus cosas, ya no creerá en los reyes magos, se lavara su plato solito.

Si lo ponemos en perspectiva la niñez es tan corta que aunque hoy te sientas agotada, quieras tirar la toalla con la teta, estés de mal humor por dormir tan poco, te mate el dolor de espalda por el colecho y el porteo o te encuentres sola llorando por otro berrinches incontrolable te digo: AGUANTA, DISFRUTA, APROVECHA CADA MOMENTO y es que en la maternidad los días son ETERNOS pero los años muy cortos…