Mamá sin Etiquetas

14666219_1346486388697645_5336613528725274644_nEstá soy yo, sin filtros, sin maquillaje, con mi pelo revuelto, ropa que no combina, mi acné postparto y el rímel corrido. Con las uñas largas y despintadas, con ojeras, arrugas nuevas y hasta un par de canas. Con los pechos caídos por amamantar dos años y medio, con algunos kilos de más.  Soy la doble de Doña Florinda.

No soy antipática, no soy antisocial, no soy una dejada, no soy una vaga, no soy una sometida. No me pongas etiquetas.

Soy una mamá de tiempo completo por elección propia sin descansos, ni feriados, que duerme cuando puede, que come cuando puede y lo que puede, que no sale después de las 8 porque su bebe más pequeña toma teta.

Soy una mamá que se pasa el día y la noche escuchando “mamá yo quieo”, que además tiene proyectos personales y está haciendo un posgrado.

Soy ciclotimica y a veces un poco malhumorada pero no es por ser negativa, es que realmente estoy cansada.

No soy víctima ni princesa, soy una nueva versión de la que fui, la viajera, la que trabajaba en mil proyectos, la independiente, la que iba al gimnasio, usaba tacones y planificaba sus comidas. Esa Ana no está muerta, solo esta hibernando, durmiendo, evolucionando mientras sus hijos van formando su carácter a su lado y con su ejemplo.

En este momento de mi vida los consejos o las etiquetas no suman mucho, pero los apapachos son bienvenidos. Soy una mujer camaleón, una mamá transformer